Las Excelencias de la Misa Tridentina
Aunque tanto la Misa del Novus Ordo o de Pablo VI como la Misa según el Rito Extraordinario o Tridentina son perfectamente válidas, pues han sido aprobadas por la Iglesia, damos aquí algunas razones por las cuales preferimos la Misa según el Rito Extraordinario.
1. Por la expresión perfecta y sin defecto de la fe de la Iglesia en los Dogmas Eucarísticos: la transustanciación, la Santa Misa como actualización del Santo Sacrificio en la Cruz de forma incruenta y la permanencia de la presencia real y sustancial de Jesús en la Eucaristía tras la Santa Misa.
2. Por la expresión, también perfecta y sin defecto de toda la fe de la Iglesia, compendiada en el Credo Niceno-Constantinopolitano.
3. Por la antigüedad de esta forma litúrgica originada en la Iglesia de Roma junto a la tumba de los apóstoles Pedro y Pablo, desde los primeros siglos del cristianismo.
4. Por el sentido profundo de adoración que expresan las ceremonias y las palabras pronunciadas, así como su sentido de lo sacro que introduce en el Misterio Divino a los fieles por medio del silencio y el recogimiento.
5. Por el reposo, la belleza, el buen gusto, la piedad, la riqueza y solemnidad de los ritos y ceremonias, la profunda riqueza y precisión de las fórmulas de oración, la elevación y nobleza.
6. Por la regulación perfecta de las rúbricas, genuflexiones, besos al altar, bendiciones y movimientos del sacerdote, que impiden que la celebración sea dejada a la inventiva del sacerdote o de los fieles.
7. Por la perfecta expresión del sacerdocio católico, distinto en esencia y en grado del sacerdocio común de los fieles, que actúa in persona Christi y no como un mero representante cualificado de toda la Comunidad.