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Domingo de Ramos (24 marzo 2024)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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El Domingo de Ramos es el día en el que recordamos la "entrada triunfal" de Jesús en Jerusalén; exactamente una semana antes de su resurrección (Mateo 21:1-11). Unos quinientos años antes, el profeta Zacarías había profetizado: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna."(Zacarías 9:9). Mateo 21:7-9 registra el cumplimiento de esta profecía: “y trajeron el asno y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” Este hecho tuvo lugar el domingo antes de la crucifixión de Jesús.

Mientras esto sucedía, los sacerdotes judíos buscaban pretextos para meterlo en la cárcel, pues les dio miedo al ver cómo la gente lo amaba cada vez más y como lo habían aclamado al entrar a Jerusalén.

Explicación de la Misa del Domingo de Ramos

La Misa se inicia con la procesión de las palmas. Nosotros recibimos las palmas y decimos o cantamos “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. El sacerdote bendice las palmas y dirige la procesión. Luego se comienza la Misa. Se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.

Al terminar la Misa, nos llevamos las palmas benditas a nuestro hogar. Se acostumbra colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz. Esto nos debe recordar que Jesús es nuestro rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar. Es importante no hacer de esta costumbre una superstición pensando que por tener nuestra palma, no van a entrar ladrones a nuestros hogares y que nos vamos a librar de la mala suerte.

Oración para poner las palmas benditas en el hogar:

Bendice Señor nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.
Por tu intercesión danos paz, amor y respeto,
para que respetándonos y amándonos
los sepamos honrar en nuestra vida familiar,
Sé tú, el Rey en nuestro hogar.
Amén.