Fiesta del Bautismo del Señor (C) (12 enero 2025)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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San Lucas 3: 15-16; 21-22

“Como el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si acaso Juan no sería el Cristo, Juan salió al paso diciéndoles a todos: -Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatarle la correa de las sandalias: él os bautizará en el Espíritu Santo y en fuego.

Se estaba bautizando todo el pueblo. Y cuando Jesús fue bautizado, mientras estaba en oración, se abrió el cielo y bajó el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como una paloma. Y se oyó una voz que venía del cielo: -Tú eres mi Hijo, el Amado, en ti me he complacido”.

El domingo que sigue a la fiesta de la Epifanía se celebra la Fiesta del bautismo de Cristo. Con él, se cierra el tiempo de Navidad; para así comenzar a partir del lunes el tiempo llamado Ordinario; el cual se verá interrumpido con el Miércoles de Ceniza (comienzo de la Cuaresma).

Cuando Cristo se metió en la fila para esperar su turno de ser bautizado, seguramente San Juan Bautista no sabía qué hacer. Llegó el Mesías delante de él y pidió el bautismo. El Bautista exclamó: “Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿tú vienes a mí?” (Mt 3,14).

Hay una diferencia importante entre los dos bautismos: el de Juan y el bautismo sacramental que nosotros recibimos:

Epifanía del Señor (6 enero )

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

Reyes Magos C

La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma fiesta de la Navidad. Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se la adoptó en el curso del IV. Epifanía, voz griega que a veces se ha usado como nombre de persona, significa "manifestación", pues el Señor se reveló a los paganos en la persona de los magos.

Para los occidentales, que, como queda dicho más arriba, aceptaron la fiesta alrededor del año 400, la Epifanía es popularmente el día de los reyes magos. En la antífona de entrada de la misa correspondiente a esta solemnidad se canta: "Ya viene el Señor del universo. En sus manos está la realeza, el poder y el imperio". El verdadero rey que debemos contemplar en esta festividad es el pequeño Jesús. Las oraciones litúrgicas se refieren a la estrella que condujo a los magos junto al Niño Divino, al que buscaban para adorarlo.

Domingo II después de Navidad (C) (5 enero 2025)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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Jn 1: 1-18

“En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada Lo que se hizo en ella era la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre, viniendo a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.”

Solemnidad de María Madre de Dios (1 enero)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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La Iglesia Católica quiere comenzar el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. La fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente es la de "María Madre de Dios". Ya en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma y donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa, en tiempos de las persecuciones, hay pinturas con este nombre: "María, Madre de Dios".

Si nosotros hubiéramos podido formar a nuestra madre, ¿qué cualidades no le habríamos dado? Pues Cristo, que es Dios, sí formó a su propia madre. Y ya podemos imaginar que la dotó de las mejores cualidades que una criatura humana puede tener.

Pero, ¿es que Dios ha tenido principio? No. Dios nunca tuvo principio, y la Virgen no formó a Dios. Pero Ella es Madre de uno que es Dios, y por eso es Madre de Dios.

Y qué hermoso repetir lo que decía San Estanislao: "La Madre de Dios es también madre mía". Quien nos dio a su Madre santísima como madre nuestra, en la cruz al decir al discípulo que nos representaba a nosotros: "He ahí a tu madre", ¿será capaz de negarnos algún favor si se lo pedimos en nombre de la Madre Santísima?

Fiesta de la Sagrada Familia (C) (29 diciembre 2024)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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(Lc 2; 22-40)

En el evangelio de hoy vemos claramente cuatro partes:

La primera parte habla del deseo de José y María de cumplir con lo que la ley judía prescribía: “Y cumplidos los días de su purificación según la Ley de Moisés lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está mandado en la Ley del Señor: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor"; y para presentar como ofrenda "un par de tórtolas o dos pichones", según lo mandado en la Ley del Señor.

La segunda parte habla de la profecía de Simeón: Había recibido la revelación del Espíritu Santo de que no moriría antes de ver al Cristo del Señor. “…Simeón vino al Templo movido por el Espíritu. Y al entrar los padres con el niño Jesús, para cumplir lo que prescribía la Ley sobre él, lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios diciendo…”

  • El contenido de esta profecía es el siguiente: “Mira, éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel, y para signo de contradicción -y a tu misma alma la traspasará una espada-, a fin de que se descubran los pensamientos de muchos corazones”. Con ello estaba profetizando cuál sería la misión de Cristo (ser ruina y resurrección para muchos, y también ser signo de contradicción).  Frente al cristianismo actual que está lleno de concesiones y cobardía, el mensaje de Cristo y su persona es siempre “signo de contradicción”.
  • Y qué es lo que le ocurriría a María: “tu alma será traspasada por una espada para que así se descubran los pensamientos de muchos corazones”. María vería a su Hijo condenado por su propio pueblo, abofeteado, coronado de espinas, clavado en la cruz, despreciado por todos y en aparente fracaso. Demasiado para ella. Este sufrimiento de María abriría el corazón de muchos.

La Fiestas de la Navidad

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

N7 CLa Navidad es una de las fiestas más importantes de la Iglesia porque en ella celebramos que el Hijo de Dios se hizo hombre para abrirnos las puertas del Cielo, para enseñarnos el camino para la vida eterna.

Por desgracia, el verdadero sentido de celebrar el nacimiento de Cristo se ha transformado en un mero intercambio de regalos, tal como lo hacían los paganos griegos y romanos para las fiestas de la Saturnalia, es decir, el inicio del invierno.

Emmanuel significa Dios con nosotros. La celebración de la Navidad nos recuerda que Dios no está lejos, sino muy cerca de nosotros. En Navidad, celebramos al Niño Jesús que es Hijo de Dios. En Él, Dios nos mostró su rostro humano, para salvarnos y amarnos desde la tierra.

Jesús es el Hijo unigénito de Dios, imagen perfecta del Padre, lleno de gracia y de verdad.

La celebración de la Navidad es un momento privilegiado para meditar en el texto evangélico de San Lucas 2, 1-20, en donde se narra con detalle el Nacimiento de Cristo.

IV Domingo de Adviento (C) (22 diciembre 2024)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

Maria e Isabel

Lc 1: 39-45

“Por aquellos días, María se levantó y marchó deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando oyó Isabel el saludo de María, el niño saltó en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando en voz alta, dijo: -Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿De dónde a mí tanto bien, que venga la madre de mi Señor a visitarme? Pues en cuanto llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno; y bienaventurada tú, que has creído, porque se cumplirán las cosas que se te han dicho de parte del Señor”.

“Por aquellos días, María se levantó y marchó deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel”.

Cuando la Virgen María, que estaba encinta por obra del Espíritu Santo, se enteró por el anuncio del ángel Gabriel que su prima Isabel estaba ya de seis meses, fue deprisa a su casa. ¡Qué actitud tan humana la de la María! ¿Qué familiar o pariente cercano no va a saludar y a ofrecer sus servicios cuando se entera que su pariente está a punto de dar a luz?

“Y cuando oyó Isabel el saludo de María, el niño saltó en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo”.

III Domingo de Adviento (C) (15 diciembre 2024)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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(Lc 3: 10-18)

“Las muchedumbres le preguntaban: -Entonces, ¿qué debemos hacer? Él les contestaba: -El que tiene dos túnicas, que le dé al que no tiene; y el que tiene alimentos, que haga lo mismo. Llegaron también unos publicanos para bautizarse y le dijeron: -Maestro, ¿qué debemos hacer? Y él les contestó: -No exijáis más de lo que se os ha señalado. Asimismo le preguntaban los soldados: -Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer? Y les dijo: -No hagáis extorsión a nadie, ni denunciéis con falsedad, y contentaos con vuestras pagas. Como el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si acaso Juan no sería el Cristo, Juan salió al paso diciéndoles a todos: -Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatarle la correa de las sandalias: él os bautizará en el Espíritu Santo y en fuego. Él tiene el bieldo en su mano, para limpiar su era y recoger el trigo en su granero, y quemará la paja con un fuego que no se apaga. Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la buena nueva”.

Las muchedumbres que se acercaban a Juan para bautizarse le preguntaban lo que tenían que hacer para prepararse a la llegada del Mesías, y él les contestaba:

-          “El que tiene dos túnicas, que le dé al que no tiene; y el que tiene alimentos, que haga lo mismo”.

Es decir, hacer obras de caridad con el necesitado.

Luego llegaron unos publicanos que le preguntaron lo mismo, y él les respondió:

-          “No exijáis más de lo que se os ha señalado”.

Es decir, ser justos y respetad a los demás.

Solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 diciembre)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción. 

Esta doctrina es de origen apostólico, aunque el dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.

 "...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."

(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)

La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica  procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.

Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción.

I Domingo de Adviento (C) (1 diciembre 2024)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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(Lc 21: 26-28; 35-36)

“Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.

Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.”

De vez en cuando oímos en las noticias: “Una larga cola de personas han estado esperando toda la noche a las puertas de la tienda… para ser los primeros en comprar…”. El hombre es capaz de hacer sacrificios para conseguir lo que espera y desea. Esa espera es causa de una ansiedad gozosa que le provoca todavía mayores deseos. Y algo similar, o incluso todavía mayor ocurre, cuando lo que esperamos es una persona a quien amamos.

El Adviento, para un cristiano, es ese tiempo de espera gozosa y sacrificada por la llegada del Mesías anunciado. Durante cuatro semanas la iglesia nos va anunciando de diversos modos que Cristo viene. Vino ya a la tierra cuando se encarnó en el seno de la Virgen María, y también lo esperamos cuando venga por segunda vez, como Cristo glorioso al final de los tiempos.

Solemnidad de Cristo Rey (24 noviembre 2024)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Domingos y Festivos.

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La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.

La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.

Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Jn 18, 36). Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce.

Cristo Rey anuncia la Verdad y esa Verdad es la luz que ilumina el camino amoroso que Él ha trazado, con su Vía Crucis, hacia el Reino de Dios. "Si, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz."(Jn 18, 37) Jesús nos revela su misión reconciliadora de anunciar la verdad ante el engaño del pecado. Así como el demonio tentó a Eva con engaños y mentiras para que fuera desterrada, ahora Dios mismo se hace hombre y devuelve a la humanidad la posibilidad de regresar al Reino, cuando cual cordero se sacrifica amorosamente en la cruz.

Esta fiesta celebra a Cristo como el Rey bondadoso y sencillo, que como pastor guía a su Iglesia peregrina hacia el Reino Celestial y le otorga la comunión con este Reino para que pueda transformar el mundo en el cual peregrina.