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La Cuaresma: tiempo de conversión

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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El otro día, leyendo el artículo del Padre Lucas, sobre el miércoles de ceniza, venía a mi cabeza el cómo nos preparaba mi madre para ese gran día que marcaba el principio de la Cuaresma. Para nosotros, no había “entierro de la sardina” o fin del carnaval, lo importante y principal era ir a la Santa Misa y que nos impusieran la ceniza. Nada parecido a lo que sucede actualmente, que da igual el tiempo litúrgico en el que estemos, lo más llamativo que se ve en las Parroquias, por poner un ejemplo, es el paso del adviento a la Navidad, con una corona con cuatro velas, marcando una por domingo, como en el colegio, cuando nos enseñaban a sumar: Comunidad Parroquial adulta

Cuando llega la Cuaresma, nada que nos recuerde o nos invite a vivir este tiempo como una conversión. Lejos quedan aquellas recomendaciones u obligaciones de nuestros progenitores y de nuestros Párrocos, de no ir al cine, de respetar el ayuno y la abstinencia, de no escuchar música frívola, ausencia de televisión, etc… Parece que en vez de 20 años, hayan pasado 20 siglos. Todas estas delicadezas, causan hasta hilaridad en estos tiempos y lo más lamentable, es que es dentro de nuestra Iglesia, donde se reniega de todas estas pequeñas cosas, que tanto acercan nuestra alma a Dios. 

Lo máximo que hay en las Parroquias, en tiempo de cuaresma es el Sacramento de la Confesión, en plan partido de fútbol gratuito. Se congrega un día determinado a toda la comunidad para que una vez escuchada una lectura, la gente pase por el altar, como quien pasa por la taquilla a comprar una entrada, en este caso, a recibir la absolución de los pecados. Esto es lo que se promociona en Cuaresma, los más atrevidos, incluso,  con absolución comunitaria, a la vista de cualquier Obispo, que prefieren mirar para otro lado.

A Jorgito no le va bien la Cuaresma

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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La Cuaresma de Jorgito no marchaba bien. Nuestro protagonista (que es pequeño, pero no tonto) se dio cuenta de que algo fallaba. Cada día que pasaba se notaba más frio, con mayor dureza de corazón; estaba irascible y distraído. Por si fuera poco, su gran Amigo, Jesús, no se le aparecía en la oración de las noches, y aunque lo buscaba, terminaba durmiéndose en la soledad oscura de su dormitorio. Jorgito andaba preocupado.

Llevaba así desde Miércoles de Ceniza. Ese día, acudió a Misa junto a su familia; como todos los años. Pero, en esta ocasión, se percató de la actitud del resto de feligreses, y en especial, de los niños de catequesis. Obligado por don Antonio a “ponerse las cenizas”, la Santa Misa se convirtió en un vaivén de niños lectores, de risas burlonas ante los atragantos de lectura, y de padres aburridos ojeando el reloj sin pudor alguno, a la espera de que llegara el socorrido “Podéis ir en paz”.

Jorgito se entristeció mucho. Tanto que durante la ruidosa Consagración, prometió al Señor regalarle una buena Cuaresma. “Haré muchas penitencias, Señor. No haré como mis compañeros de catequesis que viven ajenos a ti”. Por eso, esa noche, se dedicó a preparar un plan cuaresmal. Uno en toda regla. Incluyó oración, limosna, ayuno y penitencia. Cuando terminó lo contempló orgulloso. ¡Tenía de todo! El problema es que acabó tan cansado, que se olvidó de despedirse del Señor. Cayó rendido en la almohada.

El timo de la violencia de género (5 de 5)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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Se llama violencia a aquella conducta que se realiza de manera consciente y adrede para generar algún tipo de daño a la víctima.

Se entiende como violencia de género, a la que es ejercida por el miembro de un sexo hacia el sexo opuesto. Aunque a la hora de la verdad, la violencia que la mujer realiza sobre el hombre no es tipificada como violencia de género, sino sólo aquella en la que es la mujer la que sufre violencia. A este tipo de violencia se le suele llamar también violencia machista.

Esta violencia de género o machista la podemos clasificar en los siguientes tipos:

  • La llamada violencia física: que es aquella en la que la mujer es víctima de malos tratos que dejan huellas en su aspecto.
  • La conocida como violencia de género psicológica: es la que tiene lugar cuando el hombre insulta, humilla, desprecia o amenaza a la mujer.
  • La llamada violencia sexual: que es cuando el hombre utiliza la coacción o a la amenaza para establecer relaciones sexuales no deseadas por la mujer.

Los "logros" de la ideología de género y sus técnicas de manipulación (4 de 5)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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Una de las cosas que más asombra de la ideología de género es la rapidez con que se está difundiendo en todo el mundo. En tan solo cincuenta años ha conseguido implantarse en la mayoría de las diferentes civilizaciones y culturas de nuestro globo; especialmente en las más desarrolladas.

Muchas son las razones que han contribuido a ello, aquí enumeraremos sólo algunas de ellas: la globalización del modo de vivir y pensar; los regímenes democráticos que han impuesto “su verdad” a través del poder de los votos; el rapidísimo crecimiento y extensión de los medios comunicación (televisión, radio, internet, teléfonos móviles); el relativismo moral favorecido por la teología actual modernista; la apostasía universal de la Iglesia católica y en general de las iglesias cristianas a la hora de cumplir su función moderadora y señalizadora de la conducta de los hombres. Y a todos estos factores se unió el hábil uso de las técnicas de manipulación usadas por la ideología de género.

En este artículo sólo nos ocuparemos de hacer un estudio sencillo de los ámbitos que están siendo afectados por esta ideología de género y las técnicas de manipulación que han usado para conseguirlo. La ideología de género está causando gravísimos estragos en la estructura de la sociedad, pues está atacando a la raíz de sus fundamentos: la familia, al hombre, a la mujer y a los niños; estableciendo de modo inquisitorial un nuevo modo de pensar y vivir que, a no ser que se ponga remedio, va a destruir al ser humano.

La ideología de género y la mentira de la enseñanza mixta (3 de 5)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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Desde que primero el igualitarismo feminista y posteriormente el feminismo de género, se introdujeron en la sociedad del último tercio del siglo XX, la búsqueda de la igualdad absoluta de la mujer con respecto al hombre en todos los campos ha traído resultados nefastos. Podemos hablar de una igualdad de dignidad entre el hombre y la mujer, pero no de una igualdad en términos absolutos como pretenden el feminismo y la ideología de género.

Los resultados de esta ideología que es profundamente anticristiana y que en el fondo no busca otra cosa que la negación de la naturaleza humana, y en último término, el rechazo de Dios y de su creación, están llevando a la destrucción de la sociedad y de sus valores morales y éticos. Prueba de ello son los dos primeros artículos que escribimos con anterioridad a éste, el artículo que ahora presentamos, y los tres artículos que nos faltan para culminar esta serie: La violencia de género, la destrucción de la familia y las técnicas de manipulación de masas usadas por la ideología de género.

La ideología de género y la destrucción de los niños (2 de 5)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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La educación juega un papel fundamental en el desarrollo equilibrado de la personalidad femenina y masculina por medio de la potenciación de las virtudes y aptitudes peculiares de cada una. La educación desde las primeras etapas de la vida sirve para regular ese núcleo innato y natural que todos llevamos dentro.[1] Por ello, aquellos métodos educativos que den el tratamiento adecuado a las especificidades propias de cada sexo, serán sin duda los más adecuados para lograr el equilibrio personal y humano que todo niño precisa para alcanzar la madurez.

Frente a estos ideales que siempre animaron la enseñanza, examinemos algunos de los principios que ya se están aplicando en un gran número de  escuelas y que tienen como punto de partida la ideología de género:

“El adoctrinamiento ha de comenzar cuanto antes para que carezcan de conceptos morales y de barreras éticas, para que estén inermes ante la ideología y sean manipulables y tiernos como el tallo de un árbol joven. Siempre desde el buenismo de la igualdad, el respeto al diferente y la no violencia, el niño ha der ser adiestrado en un mundo neutro, sin hombres y mujeres, sin referentes ni identidad sexual. Su identidad ha de ser el género.

La ideología de género y la destrucción de la familia (1 de 5)

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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Aunque la raíz inmediata de la ideología de género se coloca en el contexto de la cuestión femenina, su más profunda motivación debe buscarse en la tentativa de la persona humana de liberarse de sus condicionamientos biológicos y en último término, de su naturaleza, tal como Dios la creó.

Toda la antropología cristiana tiene su base y punto de partida en los tres primeros capítulos del Génesis. En ellos aparece claramente una verdad revelada: el hombre fue creado por Dios con una naturaleza determinada y concreta; naturaleza hecha a imagen y semejanza de Dios. La humanidad se articula pues, desde su origen, sobre lo femenino y lo masculino, que son así revelados como pertenecientes ontológicamente a la creación y al ser del hombre.

Significado del Adviento

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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El Adviento, preparación para la Navidad

Tiempo para prepararse y estar en gracia para vivir correctamente la Navidad

Significado del Adviento

La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El Año Litúrgico

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

Se llama "Año Litúrgico" al modo de distribuir el año dentro de la Iglesia Católica. Comienza con el Tiempo de Adviento (fines de noviembre o primeros de diciembre) y acaba con la Fiesta de Cristo Rey (fines de noviembre)

Está formado por diferentes "Tiempos": Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa, Pascua y Tiempo Ordinario.

Cada uno de estos "Tiempos" tiene unas fiestas y celebraciones muy importantes para nuestra fe: Navidad: Nacimiento de Cristo. Semana Santa: Muerte y Resurrección de Cristo...

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Este otro dibujo puede ayudar mucho a los niños para memorizar mejor los diferentes "Tiempos" del Año Litúrgico

Rezando por nuestros difuntos: El Purgatorio

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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El Purgatorio es la obra maestra de la justicia y de la misericordia de Dios. San Juan en el Apocalipsis nos dice que nada manchado puede entrar en la Jerusalén celeste, esto es, en el Paraíso (Apocalipsis 21, 27)

Pocas son, sin embargo, las almas privilegiadas que llegan al momento supremo de la muerte con la inocencia bautismal. El Espíritu Santo nos dice que aun el justo peca siete veces, o sea, muchas (Proverbios 24, 16). Todos faltamos y nos manchamos con muchas culpas, si no mortales, por lo menos veniales. Es cierto que con el arrepentimiento y con los Sacramentos podemos obtener el perdón de la misericordia divina, pero queda siempre la pena temporal que pagar. Para ello no es suficiente la pequeña penitencia que nos impone el confesor y las pocas penitencias y mortificaciones que nosotros mismos hacemos voluntariamente. Además, ¿quién nos asegura que en el momento de la muerte podremos lavar todas las culpas, aun las veniales, con una buena confesión? Desgraciadamente, aun cuando –como esperamos– nos presentemos delante del tribunal de Dios sin culpas graves, tendremos todavía muchas deudas que pagar y muchas imperfecciones que purificar.

¿Por qué es ilícito el uso de anticonceptivos? Y otros temas adyacentes

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Teología y Catecismo.

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En este artículo hablaré de tres apartados muy importantes de la “castidad matrimonial cristiana”: El primero hace referencia a la licitud o no de los métodos anticonceptivos. El segundo habla del concepto cristiano de la paternidad responsable. Y el tercero, sobre la licitud o no de la fecundación artificial.

Es un tema realmente importante para la vida espiritual del matrimonio; pero del que apenas se oye hablar a los sacerdotes, bien por miedo, bien porque no se tengan las ideas claras. Por otro lado, los matrimonios normalmente no suelen preguntar al sacerdote, unas veces por pudor, otras por comodidad y otras, porque no encuentren a nadie de confianza que les pueda ayudar. De hecho es el problema que suele separar más matrimonios de la Confesión y Comunión. Por esa razón, intentaré hablar con claridad y resumir al máximo.